Rajoy desplantó a los republicanos de Nueva York, lo que le está costando caro a Moncloa. No es casualidad que Romney ridiculizara a España en el enfrentamiento con Obama previo a las elecciones.
En Moncloa están preocupados por la imagen que los americanos tienen de nuestro país
El partido de Romney, aprovechando la última visita del presidente español a la ONU, pidió una audiencia con Mariano Rajoy. Sin embargo, el gabinete del presidente rechazó ese encuentro.
El gabinete de Rajoy no quería molestar a Obama. Ése fue el motivo por el que rechazaron la audiencia que había pedido Romney. Sin embargo, fue un desplante y los republicanos estadounidenses no se lo tomaron nada bien.
Por eso, que Romney ridiculizara a España durante el cara a cara con Obama. Puso en evidencia la situación económica de España, tratándolo como ejemplo a evitar. Fue un ataque con el que Romney quiso devolvérsela a Rajoy por el desplante.
Romney dijo que no quiere ir “por el camino de España” en lo que se refiere a gasto público. “Me parece muy desafortunado que se pongan como ejemplo a otros países sin conocer la realidad de esos países”, respondió el ministro de Asuntos exteriores García-Margallo. Según él, “bastante tiene el candidato de otro país con exponer su propio programa, como para hacer analogías poco fundadas y, desde luego, poco contrastadas por la experiencia personal de quien las ha dicho.”
En el Gobierno están muy irritados por este motivo. Sin embargo, todo se debe a una respuesta de los republicanos norteamericanos. Están enfadados por cómo Rajoy les ha tratado.
Ahora, en Moncloa están preocupados por la imagen que los americanos tienen de nuestro país. Además de que Romney utilice a España para ridiculizar y atacar a Obama, algunos medios de comunicación están ofreciendo la imagen de un país tercermundista.
«Nadie, es perfecto, pero… ¿quien quiere ser Nadie?»